Repasamos por qué aparecen, cuáles son los diferentes tipos que podemos encontrar, cómo prevenirlas y cómo tratarlas, de la mano de la doctora María Agustina Segurado, dermatóloga asesora de NIVEA.
El verano nos deja grandes momentos, recuerdos… y a veces alguna que otra mancha en nuestra piel, un souvenir de las vacaciones nada apetecible. Durante esta época del año aparecen más manchas en zonas expuestas al sol, principalmente en el rostro, escote y manos, las más expuestas a la radiación solar durante nuestra vida, pero también en la espalda, hombros y brazos, ya que estas zonas son típicas en las quemaduras solares.
Pero ¿qué podemos hacer cuando ya han aparecido? ¿Son irreversibles? ¿Cómo y por qué aparecen?
No todas las manchas hiperpigmentadas son iguales. Dependiendo de su tamaño, forma, color e incluso origen, podemos encontrar diferentes tipos. Así, hay algunas que nos acompañan desde que somos bebés (como ciertos lunares o manchas de nacimiento), otras surgen por el fototipo, como las pecas así como por el envejecimiento cronológico de la piel, denominadas léntigos solares o comúnmente manchas de la edad), muchas se deben a la sobreexposición al sol o a la falta de protección adecuada (léntigos solares y melasma), algunas a factores hormonales (melasmas o cloasmas) e incluso a una reacción de la piel a los rayos ultravioleta durante la ingesta de algunos medicamentos. En todos los casos, son manchas a las que debemos prestar atención.
¿Cómo se forman? Bien por una acumulación de melanocitos en las capas más superficiales de la piel (nevus o lunares y léntigos solares) o bien por un aumento de melanina en una zona concreta de la piel (melasma y pigmentaciones post-inflmatorias). Entre las más habituales podemos encontrar:
·Léntigo solar. Son las más habituales y suelen aparecer en el rostro, manos, escote y espalda. Pequeñas, planas, irregulares y de una tonalidad marrón oscuro, se producen por una acumulación superficial de melanocitos y de melanina. Aunque no suelen variar de tamaño ni forma, la exposición solar puede hacer que aparezcan más.
·Melasma. Aparecen por el aumento y concentración irregular de la melanina en la piel, principalmente en el rostro (labio superior, frente, mejillas y nariz). Este tipo de manchas afectan más a las mujeres que a los hombres, ya que están ligadas a los cambios hormonales. Son frecuentes en pieles más morenas (fototipos III a V). No desaparecen, pero si suelen aclararse durante los meses de menor radiación solar (invierno) y en los meses de mayor exposición, vuelven a oscurecerse por el sol.
En ambos casos, lo importante es prevenir su aparición con el uso de protector solar y de buenos hábitos durante el verano (evitar exposición directa y prolongada, así como en las horas de mayor intensidad solar, aplicar protector solar con un factor de protección alto o muy alto y volver a aplicarlo cuando sea necesario para lograr una protección completa…).
Mejor prevenir que curar
Al igual que es fundamental incluir protector solar durante todo el año, especialmente aquellas personas preocupadas por las manchas en su piel, ya que la prevención es fundamental, también es importante incluir productos formulados para las necesidades concretas de nuestra piel.
Así, cremas de día como NIVEA Q10 Power Antiarrugas + Firmeza Cuidado de Día FP30, o NIVEA Hyaluron Cellular Filler Extra Firmeza Crema Antiedad de Día FP30, para la piel con signos de edad más acusados, ayudarán a mantener nuestra piel saludable y protegida frente a los efectos no deseados del sol, previniendo las temidas manchas. Ambas actúan no solo protegiendo de la luz solar con sus filtros solares, sino también mediante sus principios activos con acción antioxidante, concretamente “mitigando los cambios relacionados con la exposición solar, y previniendo del fotoenvejecimiento y otros daños inducidos por la luz solar, como las manchas”, como explica la doctora Segurado.
Sin embargo, a pesar de tomar todas las precauciones, el tipo de piel y los cambios hormonales entre otros factores hacen que muchas veces no podamos evitar que estas manchas aparezcan. ¿Qué hacer entonces?
Una vez que han hecho acto de presencia en la superficie de nuestra piel, podemos cuidarla adaptando nuestra rutina para evitar que las manchas se pronuncien aún más e incluso para reducir su tamaño y pigmentación. “Para ello, es fundamental incluir en nuestra rutina de cuidado diario productos específicos con acción despigmentante, ya que están desarrollados para tratar de forma especial la piel con manchas”, apunta la doctora asesora de NIVEA.
Existen productos que además de hidratar y cuidar nuestra piel con otros beneficios, se han desarrollado con activos específicos para reducir estas manchas o evitar que se agraven u oscurezcan con el paso del tiempo. Así, NIVEA presentó recientemente LUMINOUS630 ® , un innovador ingrediente antimanchas desarrollado tras 10 años de investigación, altamente eficaz y que actúa a nivel celular en la causa de las manchas.
Este ingrediente ayuda a reducir las manchas causadas por el sol, la edad y los factores hormonales, reduciendo la actividad de la enzima tirosinasa, encargada de producir el pigmento natural melanina, aclarando las manchas y previniendo la aparición de nuevas manchas, dando como resultado una piel más uniforme y luminosa. NIVEA recomienda incluirlo en la rutina facial tanto por la mañana como por la noche, aplicando NIVEA Cellular Luminous630 ® Sérum Tratamiento Avanzado sobre el rostro limpio y antes de la crema hidratante.
Para prevenir además las manchas debidas a la exposición a la luz solar, también incluye en su línea una crema de día NIVEA Cellular LUMINOUS630 ® Fluido Triple Protección con FP50. Esta crema, además de incluir el eficaz ingrediente patentado Luminous630 ® , está enriquecida con ingredientes que activan las células, Ácido Hialurónico* y Vitamina E, así como filtros UVA/UVB con FP 50, que mantienen nuestro rostro protegido ante los efectos no deseados del sol.
Por la noche, aplicar de nuevo NIVEA Cellular LUMINOUS630 ® Sérum Tratamiento Avanzado después de limpiar el rostro antes de dormir ayudará a equilibrar la producción de melanina para prevenir que aparezcan nuevas manchas, además de actuar sobre la pigmentación de las manchas que ya tenemos, con el fin de aclarar y reducir su tamaño.
Contando lunares
Es importante hacer un seguimiento de nuestra piel y revisar tanto nuestros lunares como nuestras manchas.
“Durante el verano, cualquier persona debe protegerse de los rayos solares, que pueden producir daños como quemaduras, envejecimiento prematuro e incluso lesiones más graves como los cánceres de piel, pero aún más en el caso de la piel clara (fototipo I y II) o en piel que presente lunares, léntigos o pecas. Por ejemplo, tener más de 50 lunares se considera un factor de riesgo para el melanoma”, explica la doctora Segurado. “Si se observa algún cambio en cuanto al color o el tamaño, es muy importante acudir a un especialista". La regla del ABCDE nos puede ser útil. Debemos consultar a un dermatólogo ante una mancha que se vuelva Asimétrica, con Bordes irregulares, que desarrolle Colores diferentes, que crezcan más de 0,6 cm de Diámetro y que hayan sufrido una rápida Evolución en esos cambios. En el caso de tener antecedentes familiares o personales de cánceres de piel o de melanomas, la visita es obligada.
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