El
funeral por el alma del deportista y aventurero se desarrolló ayer como el
hubiera querido, tranquilo junto a sus seres queridos.
Álvaro
personaje mediático a raíz de su “relación” con la Infanta Cristina , siempre deseó
ser noticia por sus proezas y no por sus “novias”. Hace aproximadamente un mes
y medio Bultó me contaba en un acto en Barcelona su agenda de este verano,
donde figuraba su viaje a Suiza. Por aquel entonces no entendí muy bien lo que
significaba la palabra “wingfly”, la práctica a lo hombre pájaro, que acabó con
su vida la semana pasada.
Como
siempre el fornido y tierno deportista se emocionaba con todo lo que hacía, no
conocía fronteras y el riego no le asustaba.
Álvaro
era una persona entrañable que se hacía querer con lo cual no era extraño que
siempre estuviera bien rodeado de guapas mujeres. Amó y fue amado incluso en
una ocasión se planteó pasar por el altar con Paloma Lago. En aquel tiempo
traté bastante a los dos, era una pareja
que se entendían a la perfección, su ruptura nos dejó perplejos. La
presentadora sufrió mucho con la separación, la gallega se veía casada de
nuevo, de hecho compartió techo con Bultó en Barcelona durante mucho tiempo.
Seguro que ha sentido muy mucho la pérdida del deportista, poco amante de
hablar de “compromisos” sentimentales.
Su
relación con el mundo de la prensa rosa fue modélica, nadie habló nunca mal de
su trato, todo lo contrario facilitaba nuestro trabajo. Su formación personal,
a través de una gran familia dedicada al mundo de la moto, le hizo
especialmente cercano.
Quizás
por eso una parte de la prensa del corazón, a iniciativa del compañero, Luis
Fernando Romo, le hemos despedido con una gran corona de flores. Va por ti Álvaro.