Tips para cuidar dientes con carillas
Hay dos tipos de carillas que se utilizan en las clínicas dentales: las de porcelana o y las de composite. En ambos casos requieren de un cuidado especial para mantener su mejor estado, sobre todo cuando las carillas están recién implantadas.
Cada vez son más frecuentes los tratamientos dentales con carillas, pues resultan realmente eficaces a la hora de corregir defectos estéticos relacionados con la forma, el color, el tamaño o la posición de los dientes. Actualmente hay dos tipos de carillas que se utilizan en las clínicas dentales: las de porcelana o y las de composite (resina sintética). En ambos casos requieren de un cuidado especial para mantener su mejor estado, sobre todo cuando las carillas están recién implantadas.
Aquí te dejo una serie de tips que te vendrán genial para conseguir un correcto cuidado y mantenimiento de las carillas:
• No consumas sustancias o alimentos que tiñen. Té, café tabaco, refrescos de cola, frutos rojos o colorantes son algunos de los más frecuentes. Para mantener el color de las carillas deberás evitarlos, o bien lavar los dientes pocos instantes después de su consumo.
• Evita el consumo de alimentos duros. Si acabes de realizarte el implante de carillas, es recomendable no comer frutos secos, no morder alimentos fríos como el hielo, el chocolate que procede de la nevera, o que realices cualquier tipo de acción que implique un esfuerzo extra para tus piezas dentales.
• No utilices tus dientes como “herramienta”. No muerdas bolígrafos, tampoco eches mano de tus dientes para arreglarte las uñas... Cualquier acción que realices con los dientes pasará factura a tus carillas. Limita tus dientes para la acción del masticado.
• Mantén una higiene dental adecuada. Lava tus dientes 3veces al día pero no limites tu higiene exclusivamente al cepillo de dientes y al dentífrico. Actualmente hay muchas opciones que complementan el cepillado como la seda dental, los colutorios o los cepillos interproximales, aunque ninguna de ellas es tan efectiva como el uso habitual de un irrigador bucal.
¿En qué consiste?
La irrigación es una técnica de agua a presión que consigue
eliminar todos los restos de comida y placa a los que parece imposible llegar con el cepillo. Nos encontramos ante la opción perfecta para mantener una correcta higiene en cualquier boca con carillas dentales.
BENEFICIOS DEL USO DE UN IRRIGADOR BUCAL
• Reducción de la placa dental. Es el complemento perfecto para la limpieza interdental, pues eliminan fácilmente la placa de las zonas donde el cepillo no puede llegar.
• Encías más sanas. La inflamación y el sangrado de las encías se reduce con el masaje que ofrece la presión del agua, ayudando a prevenir la gingivitis o la periodontitis.
• Mayor sensación de limpieza. Tras el cepillado, aplicar agua o enjuague bucal a través del irrigador nos permite conseguir un frescor más duradero durante el día.
A diferencia de los enormes irrigadores existentes en el mercado, aparecen nuevos formatos como los Irrigadores MINI Roaman, que están adaptados al uso cotidiano.
Pese a su pequeño tamaño resultan ser igual de efectivos que los profesionales. Este pequeño irrigador es fácilmente transportable (sin cables) y supone una revolución en el sector tanto por su diseño, su tamaño y su tecnología, pues cuentan con una carga de batería que dura entre 15 y 30 días. Es la opción perfecta para los que quieren realizarse una limpieza exhaustiva en cualquier lugar, ya que su formato mini permite su fácil transporte. Precios desde 29 euros.
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