La pandemia más terrible de este siglo no solo ha provocado muertes y contagios, ha separado familias de manera incomprensible. Después de casi 3 meses de distanciamiento este 1 de junio nos hemos reunido de nuevo mi familia más cercana y yo, para celebrar que no nos hemos contagiado y seguimos necesitándonos.
Es cierto que durante la etapa dura de alarma cuando una persona estaba enferma, o necesitaba “ayuda sanitaria”, se podía permitir los desplazamientos entre regiones o demarcaciones. Os cuento mi caso,que habrá sido el de muchas familias.Mi madre de 86 años – cumplidos durante el confinamiento – vive en L´Hospitalet de Llobregat, mi herman Núria junto a su marido Jordi,y sus hijos Gerard,y Meritxell,en Sant Just Desvern,ambas poblaciones pertenecientes al área metropolitana sur de Barcelona,mientras que yo resido en la Ciudad Condal.
Durante estos meses mis sobrino Gerard de 22 años ha atendido a mi madre, su “avia”,respecto a la compra de comida y otros menesteres, no ha necesitado “atención médica” afortunadamente a pesar de su patología respiratoria. Este lunes 1 d junio ya con una Barcelona con una única área sanitaria nos hemos reunido todos para celebrar por ejemplo, los cumpleaños de mi madre y el mío .vividos encerrados en casa si podernos ver.
Hace unas semanas cuando un 70% de la población española pasaba a la fase 2 de desescalada, Barcelona -lo hacía primero a la 0,5 y luego a la 1- los titulares en los periódicos fueron fulminantes ,“Barcelona la única ciudad de España confinada, no se puede entrar ni salir de ella, solo en caso de trabajo”.
Otra de esas decisiones políticas que luego contaré provocaron otros titulares “La Línea 1 del metro de BCN – la más antigua-, es ilegal, pasa por las 3 áreas en las que está dividida la capital catalana: sur, ciudad, y norte”.
Ante esta explosión y magnitud de la noticia, una división realizada a principios del 2000 por cuestiones organizativas, hizo reflexionar a las autoridades sanitarias. Si bien es cierto que una ley amparaba Barcelona y su área metropolitana en 36 municipios, nunca jamás nadie pensó que esta división territorial pudiera desencadenar “separaciones familiares”.
Con todos estos elementos encima de la mesa, además teniendo en cuenta que la evolución epidemiológica del coronavirus en las 3 áreas de BCN era similar, hizo que los políticos reflexionaran, y desde ayer formar un solo conglomerado. Este lunes la prensa, tanto radio como televisión también, se hacían eco de la buena noticia “por fin se podrán dar los reencuentros entre familiares y amigos de distintos municipios del área metropolitana de Barcelona”.
Si que os debo decir que durante "la celebración" en Sant Just Desvern hemos seguido los protocolos sanitarios,no nos hemos dado ni abrazos ni besos,basicamente teniendo en cuenta que por la avanzada edad de mi madre,es considerada como grupo de riesgo,espero que en unas semanas esto se tranquilice y podamos "tocarnos" como es debido.