Hoy mismo una mujer de cerca de 50 años, amiga de mi familia, ha muerto de cáncer de mama detectado hace pocos meses. Bimba Bosé, a sus 41 años, ha fallecido también este lunes tras batallar cerca de 3 años con esta enfermedad dura, a veces incomprensible con muchas lagunas aún respecto a su curación.
Os cuento la muerte de esta “mujer anónima” amiga de la familia porque cada semana fallecen muchas luchadoras en todo el mundo sin que veamos en los medios de comunicación sus nombres. Quizás por eso la figura de una mujer relevante como Eleonora Salvatore, sirve de ejemplo para tantas y tantas supervivientes y otras que no lo pueden contar, que han seguido y siguen su batalla contra el cáncer. Bimba, con su valentía contando lo que le sucedió, sirve y ha servido para que la sociedad tome consciencia del poder que tiene la prevención para detectar a tiempo el cáncer de mama.
Bimba habló sin tapujos de su enfermedad, sólo se equivocó, según he leído hoy, cuando “off de record” confesó hace unos meses a un periodista que tenía secuelas, metástasis en varios órganos de su cuerpo, algo que hacia prever un fatal desenlace.
Conocí a Bimba hace muchos años, la vi desfilar en multitud de ocasiones, la entrevisté siempre en la pasarela de Madrid, además recuerdo la última vez que coincidí con ella en Barcelona recién operada de su mastectomía. Fue en mayo de 2014 en la inauguración de la macro tienda de Longchamp en Passeig de Gràcia, asistí al evento sin saber que coincidiría con Bimba. La sobrina de Miguel Bosé estaba acompañada de Ramón Jordana de Uno Models, la agencia que la representó en los últimos años.Aquella noche la sobrina de Miguel prestó su mejor sonrisa, respondió a todas las preguntas sobre su enfermedad y lució con elegancia el pañuelo que le cubría el cuero cabelludo tras las secuelas de la quimioterapia.
La modelo, actriz, y cantante tomó una actitud positiva, de enfrentarse al cáncer con todas sus fuerzas para vencerlo, nunca dijo que estaba curada. Bimba era una mujer impactante, siempre con una sonrisa, pero no se abría con todo el mundo, tenía sus reservas, era pragmática, siempre tenía una respuesta para todo dando pasos firmes en todo lo que lleva a cabo. Me gustó Bimba como cantante, he escuchado cientos de veces su dúo con Miguel Bosé, la vi también en su debut como actriz en el papel comprometido en “El Cónsul de Sodoma”. Desfilaba de una forma particular, su estilo masculino cautivó a diseñadores y expertos en moda, ahora nos ha dicho adiós sin hacer ruido pero nunca la olvidaremos, haremos ruido para que su voz contra el cáncer este presente siempre.