Dispuesto a descubrir lugares desconocidos dentro de nuestra geografía, acepté la invitación de Turisme de Girona, a través de la amiga Isabel Juncosa emprendiendo una breve pero intensa escapada a la Costa Brava.
Mi primer destino fue Lloret de Mar, iniciando el viaje desde Barcelona con la flota de coches de lujo de la empresa Balliu .En poco más de 1,15 minutos nos encontrábamos en la villa marinera, un pueblo acogedor, con playas con arena blanca y aguas azuladas que me sorprendieron gratamente.
La conductora no dejó en la misma puerta del Hotel Guitart Monterrey, situado detrás del que fuera durante muchos años el mítico Casino de Lloret famoso en los años 70 por haber sido protagonista de un programa musical de tv.
En la recepción del Hotel nos esperaba su director, Juan José Rodríguez Méndez, profesional del sector de la hostelería que conoce al 100% los entresijos de este mundo. Rodríguez me contó que estaba satisfecho de volver a Catalunya, donde se formó, después de pasar unos años trabajando en la Costa de Marbella, habiendo puesto en pie el popular Hotel Guadalpin.
El 5 estrellas que dirige el amigo Juan José, pertenece a la Cadena Guitart, un grupo hotelero familiar con varios establecimientos en la zona así como en Barcelona y La Molina.
Entrar en el Monterrey es sumirse en otro mundo, jardines cuidados envuelven las lujosas instalaciones con una piscina de ensueño, dos restaurantes de primera y un spa donde poder relajarse del estrés diario.
No sé si el hecho de pertenecer a un grupo familiar hace que todo el personal te trate con proximidad, por ejemplo tuve un problema con el Wifi, y al segundo me cambiaron la clave sin pestañear.
El Director del Hotel está pendiente de todo lo que sucede en “su reino”, trabaja de lunes a sábado, siempre localizable para intentar resolver cualquier pequeño inconveniente. Como buen conocedor del negocio sabe atender al cliente, muchos franceses y también caras conocidas por todos.
Por ejemplo, me contaba Rodríguez han dormido en la suntuosas suites y habitaciones del Monterrey, cantantes de la talla de Julio Iglesias, Elton John,Tom Jones, George Benson, Ainoa Arteta, James Blunt, Pablo Alborán, Sergio Dalma,Alejandro Sanz, o David Bisbal. Dentro del mundo del deporte ha disfrutado de los rincones de este paraje de Lloret de Mar, Leo Messi, o Ivan Rakitic.
Tras la visita de cortesía por el Hotel, dejamos descansar “al boss”, y nos dispusimos a dar una vuelta por la amplia zona ajardinada del Hotel, para acabar comiendo al borde de la piscina donde nos encontramos con un suculento buffet donde no faltaba de nada.
Tomar es sol era una de nuestras prioridades y, tras la siesta de rigor era momento de disfrutar de las habitaciones, de su confort y de las vistas, antes de sumergirnos en la sesión de SPA concertada con su directora.
Llegó el momento, la hora de bajar al SPA allí estaba para mostrarnos sus instalaciones su Directora Anna Romerales, la zona de aguas así como las cabinas donde poder disfrutar de masajes y tratamientos absolutamente estimulantes.
La sorpresa la tuvimos cuando entramos en nuestra cabina donde nos esperaban las expertas en tratamientos que nos sometieron a la estrella de los mismos “Gerunda”. Se trata de una especie de ritual que a lo largo de 1,30 minutos recorre con música de fondo y una v una voz de cine, los distintos parajes de la zona. Mientras recibes el masaje, escuchas y vives en su propia piel sensaciones.
Momentos especiales que van desde el agua del mar y de las rocas, hasta el galopar de los caballos que reposan “imaginariamente” en tu espalda.
Cada Hotel de las comarcas gerundenses representa a su manera este tratamiento que como premio te regala una botellita de arena de mar que a los 21 días tienes que lanzar a las profundidades previo deseo, dice la leyenda que la premonición se cumple.
Tras disfrutar del placer de un buen masaje llegó la hora de acicalarse para vivir una noche bajo las estrellas con el ambiente incomparable del Restaurante Freu, comida de autor bajo la batuta del Chef Pep Arbós y el maître Fabio.
Durante la noche disfrutamos de un menú degustación con un buen maridaje de vinos para cada plato, con sabores que no olvidaremos por los cuidados ingredientes y la exquisita presentación.
Una vez acaba la opípara cena, nos tomamos una copa en uno de los salones del Hotel donde la música en directo amenizaba la velada. La voz de una estupenda cantante acompañada al piano fue la mejor antesala para un sueño plácido que daba paso al siguiente día.
El desayuno lo realizamos en el restaurante principal del Monterrey, el tiempo apacible, el sol y el relax eran propicios para comer en la terraza. El buffet era variado, delicioso, e interminable con un zona exclusivamente destinada a los alimentos sanos, diet, light o como les deseas llamar.
El paréntesis de la primera comida del día, nos daba paso a recoger maletas, despedirnos del personal del Hotel Monterrey, coger el coche de la empresa que nos llevó a nuestro siguiente destino de costa Platja D´Aro.
Gracias al director del Hotel a todo su personal por la atención, las buenas maneras que seguro harán que volvamos en un futuro.