VANESA LORENZO Y VERÓNICA BLUME COMPAÑERAS, AMIGAS Y CONFIDENTES


Una de las canciones que me han marcado y seguro que conocéis “Gracias a la vida” que compuso Mercedes Sosa define mi encuentro con dos estupendas mujeres. Fue durante la fiesta posterior al desfile de Pronovias en el restaurante del MNAC de Montjuic.


Conocí a las dos modelos casi a la vez, ambas todavía no habían cumplido los 18 años y ya apuntaban alto. Vanesa pisó por primera vez la Pasarela Gaudí en el Born, le pedí el teléfono, un fijo aún no existían los móviles, era de la casa de sus padres.
A Verónica la conocí en un barco en el puerto de Barcelona, era la estrella más esperada de un evento, ella acaba de regresar de EEUU de ganar el concurso “Supermodel of the world”. Era el año 1993, Vero como la conocen sus íntimos tenía solo 16 años.


Tanto Vanesa como Verónica formaron parte de la plantilla de la agencia Group, la mejor en aquella década añorada de los 90. En esta agencia su booker insignia era Beatriz Santamaría, persona a la que quiero y respeto por su profesionalidad, su discreción y su fidelidad conmigo desde mis inicios.


Las tres tomaron caminos distintos, Vanesa se marchó a Nueva York, Vero se quedó en Barcelona cambiando 2 veces de agencia y Bea fundó la suya propia, ahora centrada en llevar a celebrities.
La noche de Pronovias nos sirvió para recordar viejos tiempos, nostalgia sentí porque fue una época dorada e inolvidable, mis inicios en el periodismo social, moda y eventos. Ellas siguen igual de espontáneas, divertidas, buena gente, y guapas a rabiar.


Verónica y Vanesa mostraron las fotos de sus hijos, Lorenzo de su pequeña Manuela de 4 meses, y Vero de su hijo Liam de 9. Fueron horas de recuerdos, risas y buenos propósitos de futuro.
Vanesa centrada en su faceta de diseñadora, madre y enamorada de Carles Puyol, Vero dedica el tiempo a su centro de yoga combinanando su faceta de modelo con  sus reportajes de moda. Al grupo se unió la bella y vivaracha sevillana, Ana Fernández, experta en moda y mujer de Joan Gràcia de “El Tricicle”.

Por cierto que el momento reunión de viejos amigos y colaboradores lo rubricó con su acreditada maestría el fotógrafo Jordi Bardajil.