No he podido entender el mal gusto de los americanos con los
comentarios sobre el embarazo de la actriz española. Cierto es que la elección
del vestido, de Elie Saab, no es la más adecuada pero las críticas tuvieron
tintes de insulto y mala educación.
Elsa Pataky no ha tenido demasiada suerte en su carrera como actriz,
la voz aniñada y su poca expresividad y entonación a veces, quizás no le han
permitido escalar más. En cambio en el mundo de la publicidad es absolutamente
todo lo contrario, ha ganado dinero y notoriedad.
Su cuerpo pequeño, pero bien proporcionado y su cara,
retocada pero bien acabada le han dado momentos de gloria haciendo campañas
como imagen de producto. Su “retiro” americano, primero con Adrien Brody y
posteriormente con el que ahora es su marido, Chris Hemsworth solo le han
proporcionado alfombras rojas.
La actriz de origen rumano siempre ha cuidado su estilismo,
suele llevar piezas muy “chic” que además marcan tendencia como los zapatos de
Mascaró que utilizó el día de los Oscar.
Una semana después de los comentarios malintencionados sobre
su barriga de embarazada, “cervecera” según gentes con poca sensibilidad, Elsa
no ha abierto la boca. Pataky está a la espera de dar a luz a sus mellizos, de
ahí el volumen de su panza, pero serie bueno que tras el parto se defendiera.
No se puede permitir que alguien se mofe de un estado natural y fisiológico a
costa de intentar ganar audiencia y hacer daño.