Sin duda fue la gran sorpresa de la noche de Pronovias siendo
el momento que levantó más aplausos. El beso efusivo de Jon Kortajarena a la
modelo rusa, Anne Vyalitsyna, nos dejó atónitos a todos.
La salida, casi al
final del pase, del top español era un secreto que nadie desveló para no
estropear el guiño. Kortajarena explotó su faceta de actor paseando por la
recta del desfile en busca de “su novia”. Tras encontrar a “su esposa” en la
ficción se produjo el momento cumbre con un beso “de tornillo” poco habitual en
los shows de moda.
La cara de asombro de
todos los asistentes fue generalizada, menos entre los miembros de la
organización. El beso de Jon estaba pactado y ensayado de antemano, en las
pruebas que se habían realizado durante la tarde de viernes. Lo que no se sabe
es si la agencia del modelo “Sigth Management”, pactó al alza ese momento dulce
del desfile.
En resumidas cuentas
si el ósculo tenía un precio especial y más tratándose de una primera figura de
las pasarelas poco propicia a demostrar en público su parte más humana. Los y
las modelos no suelen besarse, en el cine es otra cosa, hecho que hace pensar
que Jon y su agencia recibieron alguna recompensa por ello.