El traslado de la Infanta Cristina a Suiza sigue
levantando ampollas. En las últimas horas he leído varios artículos ciertamente
explicativos del “porque” de su nueva vida en Suiza. Especialmente me ha
resultado interesante el escrito por mi amiga y ex compañera, Paloma
Barrientos, directora de Vanitatis. En este escrito la periodista aclara que
“las amistades” de Don Juan Carlos han sido definitivas para que su hija menor
haya decidido cruzar la frontera.
La “ayuda” económica de Kalim Aga Khan es la
clave del futuro de la Duquesa
de Palma en Ginebra. Las cifras que se han barajado en las últimas jornadas –
de más de 400 mil euros anuales – referentes al montante de alquiler de
casa y colegios de los hijos Urdangarin-
Borbón en el país helvético, no cuadraban. Gracias a la investigación de
Barrientos entiendo ahora que La
Caixa , que tanto ha beneficiado a Cristina, sola no podía
hacerse cargo de la “vida cotidiana” de la esposa del ex deportista. Así las
cosas la fundación del amigo del Rey, con sede en Ginebra y sus negocios
varios, pueden sacar del “pozo” al matrimonio y su descendencia.
Parece lógico que el monarca
español haya “tirado” de su círculo más íntimo para ayudar a su hija y
colateralmente encontrar un trabajo para su yerno. Según las informaciones de Vanitatis,
antes el Rey, lo había intentado con el millonario padre de Marie Chantal
Miller, casada con un sobrino de la Reinal , sin resultado.
A
su vez el padre de Don Felipe quiso echarle un cabe al Duque, a pesar de estar
enfrentados, buscándole un sitio como entrenador en Qatar, pero la falta de
título oficial llevó esta opción al traste.
Toda esta situación, se me
antoja decir de “vodevil” con entradas y salidas de sus personajes y sus
amistades colaterales, dan a entender que a pesar de todo el Rey es padre y eso
tira mucho.