Las últimas comparecencias públicas de miembros de la Casa
Real no han estado exentas de polémicas. Pitidos y abucheos han cuestionado el
papel de los Monarcas y de los Príncipes
de Asturias, en el actual panorama político, con su consiguiente revuelo
mediático. Aunque fuentes de Zarzuela consideran “legitima” las protestas pero
matizando que son “de mala educación”, ponen “en la picota” a los responsables
de la Monarquía española.
Parece que una de las “más” afectadas por esta nueva
forma de protesta ciudadana es la futura reina, Letizia. Fuentes cercanas a la
ex periodista me han comentado que “le sientan fatal” los abucheos y que “no
está de acuerdo con ellos”. Así parece que refrenda la opinión de su suegro, el
Rey Don Juan Carlos, que tacha el sentir del pueblo como poco oportuno en la
manera de expresarse. Los recientes escándalos protagonizados por Casa Real, la
imputación de los Duques de Palma por el Caso Nóos, y las “meteduras de pata”
respecto al DNI de la Infanta Cristina ha encendido los ánimos de la
ciudadanía.