Después de meses sin coincidir con la deportista, hace unos
días tuve la oportunidad de saludarla y charla con ella. Arantxa, con un look muy distinto, pelo largo y rubio me confesó que “no eran extensiones” que lo había llevado así en una época de su vida pero “de
morena”. La ex tenista, relajada y segura de sí misma, me aseguró que sigue
viviendo en Barcelona, concretamente en Sant
Just. De esa forma me desmentía las noticias que la situaban en Miami tras no llegar a un acuerdo con
sus padres por el proceso judicial que les enfrenta.
La atleta llevan muchos
meses siendo en punto de mira de la prensa a raíz de las confesiones vertidas
contra sus progenitores. Sánchez Vicario,
en un momento de la charla informal, apuntó que “no ve tv” pero “sabe quién
habla a su favor o en contra”. La medallista olímpica me reconoció que en estos
momentos duros conoce “quien está con ella, y quien no”. Su lucha en los
juzgados continúa y hace poco hemos sabido que la Audiencia de Barcelona
ha ordenado reabrir el caso contra su padre y su hermano Javier. Así los Sánchez
Vicario deberán declarar como imputados, por su presunta apropiación de más
de 16 millones de euros de la fortuna de Arantxa.