Rosa estabas exultante, guapa a rabiar
con un vestido que te quedaba perfecto, para eso eres “la número Uno” en lo tuyo. Estoy seguro que este ha sido el traje
más difícil que has confeccionado para un día tan especial, tu segundo enlace.
Llegaste al Ayuntamiento de Barcelona cual “figura
mediática” como las princesas de esos cuentos reales que tú has vestido como
nadie. Se nota que has dado este paso por que el amor ha llamado a tú puerta y
no podías dejarlo escapar como ese tren de Serrat
en la canción Penélope. Es una
lástima que no pudiera felicitarte y darte un beso en persona, me dijeron que
la tuya era una boda íntima y sin querer hacer alarde de la misma.
Es por eso
mi extrañeza al levantarme al día siguiente del enlace observando en todos los
medios, las fotos de la celebración con sus invitados. Por lo que leí cerca de 200 que tras la ceremonia civil,
oficiada por el alcalde Trías, os
llevó al Hotel La Florida. Me ha sorprendido
la presencia de algunos nombres, entre ellos prensa y agencias de comunicación,
notando la ausencia de gente que te ha seguido desde el minuto cero de tu
escalada. Personas que han apoyado la “marca
Clará” sin concesiones, tanto a nivel profesional como personal.
Después de unos meses con noticias agridulces en mi entorno
no me esperaba “esta ausencia”, te lo digo con el corazón en la mano. De esta
manera sólo me cabe augurarte una vida llena de cosas buenas con tú nueva
pareja, pero déjame que te diga que viendo esa explosión de felicidad me has
dejado, como diría Alejandro Sanz,
con “el corazón partio”.