El mundo se divide en dos tipos de personas las que prefieren ducharse por la mañana o las que por el contrario prefieren hacerlo por la noche, antes de dormir. Pero, ¿cuál es la mejor para ti?
Ducha nocturna
Las evidencias científicas (es decir, lo que a nuestras abuelas siempre les ha funcionado) dicen que la ducha nocturna calma y ayuda a conciliar el sueño mejor. Por eso bañan a los niños por la noche, para prepararlos para dormir.
Lo cierto es que una ducha por debajo de los 38 grados ayuda a que la temperatura de nuestro cuerpo aumente y una vez hayamos acabado la ducha, esa bajada de la temperatura gradual sea lo que nos va a inducir al sueño poco a poco.
Expertos sobre la materia dicen que cuando nos duchamos la temperatura interna del cuerpo aumenta y la reducción de la misma mientras nos secamos nos provoca indirectamente el sueño.
Las duchas por la noche también nos ayudan a eliminar los agentes tóxicos y contaminantes que hemos ido acumulando durante el día, evitando llevárnoslos a la cama. Todo depende del tipo de actividad que hayamos llevado a cabo.
Ducha matutina
Hay muchas personas que prefieren empezar el día con una buena ducha. Las duchas por la mañana nos ayudan a eliminar la flojera que nos queda de sueño y a despertarnos más rápidamente, nos quitamos el cansancio sobrante y nos ayuda a estar más activos.
Además, por la noche solemos transpirar y una ducha por la mañana nos ayuda a eliminar el sudar y las bacterias que se encuentran en la piel. Como hemos visto te duches por la mañana o por la noche ambas opciones tienen sus beneficios.
La elección de un gel de ducha es mucho más importante que el horario en el que la tomes.
Matarrania tiene una gama de geles sólidos naturales y ecológicos pensados también para el momento en el que decidas ducharte.
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Gracias a ingredientes como la menta y al pomelo obtenemos una ducha revitalizante y estimulante, que nos ayuda a empezar el día con una energía renovada.
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